Autor: Eli Suli
Hoy en día, aun se especula con el origen de Cristóbal Colón.
¿Acaso fue realmente un judío que trataba de escaparse de las garras de la Inquisición?
Lo que sí está comprobado es que, muchos judíos conversos habían abordado las naves de Colón pensando que llegarían a las Indias, ya sea siguiendo al gran Almirante, o a su salvación personal. Estos son algunos de los puntos, de los cuales podremos aprender y sacar nuestras propias conclusiones: El primero, es el hecho de que el hermano de Colón fue quemado en efigie, porque se escapó de la Inquisición cuando lo estaban por quemar en la hoguera en 1492 acusado por judaizante. Otro hecho, es una nota escrita por Cristóbal Colón, que envió a su hijo Diego, en donde le dice que: “Ante la gente se comportara como mandaba la ley canónica, pero entre nosotros tenemos que conservar nuestras costumbres”. Por otro lado, en sus escritos, Colón se refiere al año 1481 como 5241 de la creación del mundo. También, en sus cartas, a pesar de elogiar a los reyes católicos Isabel y Fernando, por sus esfuerzos de expandir el cristianismo, no menciona ni una vez en su diario la expulsión de los judíos de España decretada por los reyes católicos. Otro de los hechos es que, en su diario no aparece ninguna mención o cita del Nuevo Testamento, mientras que, si escribió
algunas citas del Antiguo Testamento, o sea de la Torah.
En la carta que le envió a la nodriza del príncipe Juan, Colón escribió: “no soy el primer almirante en mi familia, ya que después de todo, David, un rey muy sabio, paso de ser pastor a rey de Jerusalem, y yo soy siervo del mismo señor que elevo a David a ese estado. A sí mismo, Colón tenía una estrecha relación con los conversos Gabriel Sánchez y Luis de Santangel, quienes fueron los que financiaron su viaje. También era muy amigo del Rabino Don Isaac Abrabanel, que lo había aconsejado en su viaje, y quien fungía como tesorero de la corona del rey Fernando.